La tecnología UV es un enfoque no químico para la desinfección, lo que lo convierte en un proceso muy simple. Debido a la vulnerabilidad de muchos gérmenes a los efectos de la luz ultravioleta en determinadas longitudes de onda, su uso garantiza una desinfección y esterilización total, impidiendo la reproducción y extensión del microorganismo. Esto es válido para todo tipo de microbios como bacterias, virus, hongos y levaduras.

En determinados contextos industriales, sobre todo en los relacionados con la elaboración de alimentos, reproducción y criado animal, etc. es imprescindible un ambiente libre de patógenos que pueden ser causantes de enfermedades graves como la gripe, gastroenteritis o salmonelosis.

Usando un sistema germicida a través de lámparas ultravioletas podemos garantizar mayor nivel de higiene y de seguridad y calidad de vida para los seres humanos y los animales. Son especialmente eficaces para desinfección de agua, aire y todo tipo de superficies, especialmente las de espacios e instrumental que se necesitan estériles en laboratorios biológicos y médicos.